martes, 13 de abril de 2010

INJERTO DE AMOR

    INJERTO DE AMOR
          (Acróstico)
Por Rubén Regalado Sermeño

Zarpó la nave y al dejar el puerto,
Insondable pena remontó muy lejos.
Nunca la noche se miró en espejos
Ni imaginó la flor de singular injerto.

Inútil descifrar por los presagios
Algo que la razón dejó inconcluso…
Vencido, necio, el corazón confuso
Espera sobrevivir en los naufragios.

Rodó la vida y la encontró Princesa,
Oriunda del jardín y los celajes,
Niña mimada de singular realeza.

Incomparable gustó como precioso canto,
Cariñosa, cabal en los ramajes,
Al alucinar a todos por su encanto.